En esta ocasión, las intervenciones estuvieron orientadas a recuperar la belleza original de dos de los espacios más emblemáticos y reconocidos del Park Güell.
En primer lugar, la Sala Hipóstila, que incluye cuatro grandes medallones que se restauraron. Seguidamente, se procedió a recuperar el diseño de las cúpulas interiores, por lo que el espacio volvió a un estado óptimo de consolidación y estética. También se mejoró la entrada de la cisterna, haciéndola más accesible.
En segundo lugar, en el popular banco ondulado de la plaza de la Naturaleza se llevó a cabo una actuación integral y de restauración de las piezas de trencadís. Para ser fieles al modelo de origen, se fotografiaron todos los respaldos, uno a uno, con lo que se obtuvo un mapeo documental previo a la intervención. Finalmente, se procedió a la limpieza del respaldo y a la reparación de las juntas, fisuras y grietas del banco.
Otra intervención destacable fue la recuperación de la Fuente de la Sarva, por la que brotaba agua procedente de las minas subterráneas de la Montaña Pelada, y que se encuentra situada en el subsuelo de la Sala Hipóstila. Hay que destacar que esta fuente estuvo durante muchos años escondida al público, hasta que se quiso recuperar este espacio con el fin de poder hacerlo visitable. Se realizó una renovación integral y se mejoró su accesibilidad e iluminación.
Por último, se recuperó el estado original de un espacio quizás no tan emblemático, pero igualmente importante, como es el viaducto de Abajo, que con el paso del tiempo había perdido la geometría que Antoni Gaudí le dio originariamente. Gracias a la documentación gráfica histórica encontrada, se pudo obtener la altura original de la barandilla exterior con tres niveles de agujeros. Además, se aseguró la estabilidad estructural tanto de los muros interiores como exteriores.
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