Naturaleza y biodiversidad

Desde que el Ayuntamiento de Barcelona compró el Park Güell, a lo largo del siglo XX se hicieron diferentes aportaciones a la jardinería del parque, aunque sin un criterio claro de continuidad. Durante los años sesenta se plantaron numerosos pinos carrascos y arbustos resistentes a la sequía y a la zona de montaña, que confirieron al parque su aspecto actual, boscoso y semiforestal. Sin embargo, estos pinos ocuparon el espacio de muchos olivos y algarrobos, que quedaron medio asfixiados.

El vendaval del 2009, que derribó numerosos árboles —sobre todo pinos, que arrastraron en su caída todo tipo de plantas—, y la nevada del 2010, que dañó también mucha otra vegetación, fueron la oportunidad para aplicar nuevos criterios de plantación y de gestión del verde:

• Combinar la naturaleza original con la función de jardín urbano.
• Favorecer las especies autóctonas con bajo consumo de agua.
• Plantar arbustos y plantas que refuerzan el suelo y evitan su erosión y degradación.
• Eliminar las plantas invasoras de crecimiento rápido para evitar la asfixia de los árboles de crecimiento más lento y crear copas abiertas
• Hacer convivir especies diversas, con momentos de floración y colores diferentes, para crear contrastes visuales más estéticos
• Trabajar, siempre que sea posible, de acuerdo con la coherencia histórica de las especies, recuperando las que había a principios del siglo XX, como los frutales
• Instalar riego automatizado y mejorar la calidad del suelo.

Así, la vegetación de los jardines está formada por una gran variedad de especies, olivos, robles, pinos, algarrobos, retamas, magnolias, glicinas o plantas aromáticas, como el romero o la lavanda.

La parte forestal conserva un manto vegetal donde predominan los pinares densos de pino carrasco, a veces mezclado con pinos piñoneros. Si nos adentramos en el valle, veremos también algarrobos, olivos y almendros. Los arbustos son los habituales de los bosques de la tierra baja, como lentiscos, durillos y otras especies introducidas, por ejemplo, el azahar de la China y el laurel.

Como la pérdida de la cubierta vegetal y la erosión son temas de especial sensibilidad y tienen relación con el pisoteo excesivo en determinados lugares por parte de los visitantes, continuamente se llevan a cabo actuaciones para proteger y restaurar los suelos, y también para conservar la vegetación de los jardines y espacios naturales.

Jardinería ecológica en el parque

Como el resto de parques, jardines y zonas verdes de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona aplica al Park Güell un modelo de jardinería ecológica que favorece los procesos naturales de los ecosistemas.

Los condicionantes del clima mediterráneo —con veranos secos y escasez de agua— y las características de los suelos son factores que se tienen muy en cuenta a la hora de escoger las especies más adecuadas.

El área formada por las colinas de la Creueta del Coll (Parc de la Creueta del Coll), el Carmel (donde se halla el Park Güell y el Parc del Carmel) y la Rovira (Parc del Guinardó) constituye un gran espacio de verde urbano y forestal de Barcelona que tradicionalmente ha sido considerado como una unidad geográfica: el Parc dels Tres Turons.

La elevada densidad de población de Barcelona y la dimensión modesta de la mayoría de parques y jardines hacen que los Tres Turons sea uno de los espacios de naturaleza más importantes —junto con Montjuïc y la Ciutadella—, ya que cumple funciones ecológicas fundamentales para la calidad ambiental de la ciudad.

Su bicación junto a la sierra de Collserola hace que para algunas especies animales este espacio sea un hábitat importante en su ciclo de vida, a menudo de camino hacia otros lugares. Es el caso de algunas mariposas y pájaros, que tienen facilidad de desplazamiento.

Ahora bien, en el caso de grupos animales como los anfibios, los reptiles o los mamíferos, cuando los parques, las zonas verdes y los espacios naturales no tienen continuidad, los animales pueden quedar aislados y tener dificultades a la hora de reproducirse o, incluso, sobrevivir. Esto acaba empobreciendo la riqueza faunística y la diversidad biológica urbana.

Por eso, crear caminos de naturaleza en la ciudad que conecten diferentes zonas verdes con los sistemas naturales más próximos —los denominados corredores verdes— favorece los desplazamientos de estos animales. El parque de los Tres Turons se encuentra, precisamente, en el camino del corredor verde Ciutadella-Collserola, en el que se está trabajando.

El Park Güell, como zona verde integrada en los Tres Turons, constituye una reserva de naturaleza urbana. Las grandes dimensiones del parque, su variedad de jardines y espacios verdes y los criterios de plantación que se le aplican son factores que contribuyen a atraer y enriquecer la biodiversidad.

Las más de 17 hectáreas de zonas verdes de acceso libre tienen unos valores naturales y una diversidad de especies que hacen muy atractiva la visita y los itinerarios de descubrimiento.

La biodiversitat vegetal, a mesura que augmenta el grau de connectivitat amb Collserola i els demás espacios verdes de la ciudad , atrae también fauna de todo tipo que encuentra alimento y refugio donde vivir y reproducirse. En determinados lugares del parque, precisamente, se instalan estructuras para crear nuevos hábitos y favorecer la presencia de especies diversas (cajas nido para pájaros insectívoros y murciélagos, hotel de insectos para abejas y avispas solitarias...).

En el parque se han detectado también determinadas especies que son sensibles a la contaminación —como es el caso de algunos líquenes—, y la abundancia de pájaros y mariposas son un indicador de la buena calidad ambiental de la zona y su entorno.

¿Qué especies se pueden encontrar?

Inventario de fauna

Inventario de vegetación

El recorrido de la biodiversidad

Itinerario situado cerca de la puerta de entrada del paso del Portell que permite disfrutar de la flora y la fauna característica del parque y su entorno, fuera de los circuitos turísticos habituales. Tiene una longitud de 195 metros y el bosque de su ámbito ocupa alrededor de una hectárea de superficie.

A lo largo del itinerario hay plantadas varias especies vegetales de interés, entre las cuales destacan arbustivas mediterráneas, como el madroño, el aladierno, el espino albar, la cornicabra o lentisco, el durillo, el sauzgatillo y la hierba de san Jorge, entre otros.

Hay un camino de sablón preparado para recoger el agua de la montaña mediante canales conectados con el alcantarillado, para evitar la acumulación de agua y la destrucción del camino en caso de lluvias intensas. Conecta el paseo de las Palmeres con el camino de las Llàgrimes y la plazoleta de Moragues.

Los jardines de Àustria

Este espacio era un antiguo vivero donde se cultivaban las especies que se plantaban en el resto del parque. El nombre proviene de la donación de árboles por parte del Gobierno de Austria, con motivo de la exposición “Viena en Barcelona” de 1977.

El embajador de este país era un admirador del Park Güell e impulsó los trámites para hermanar Austria con Barcelona. A raíz de ello se intercambiaron árboles durante unos cuantos años. Muchos acabaron muriendo, ya que eran de alta montaña y no se adaptaban al clima mediterráneo, y se optó por plantar el último árbol, un Prunus avium, que se ha convertido en el de la memoria de este hecho.

En el 2012 se retiraron los céspedes y se sustituyeron por grupos de floración variada, plantas aromáticas..., para conmemorar lo que en su momento fue el vivero de flores.

Un “Hotel” para insectos

Cerca del recorrido de la biodiversidad se ha instalado un hotel de insectos, una estructura para el nido de las abejas y las avispas solitarias.

Estos insectos cumplen funciones ecológicas de especial relevancia, ya que participan en la polinización de la vegetación y en el control biológico de las plagas y enfermedades de los jardines, cosa que reduce la utilización de productos fitosanitarios.

A menudo tienen dificultades para encontrar lugares de nidificación en la trama urbana, y el parque les ofrece los requerimientos necesarios para completar su ciclo vital. Esto constituye también un indicador de buena calidad ambiental del aire del parque y su entorno, así como de la reducción del uso de fitosanitarios.

El bosque de Vallcarca

La zona forestal del Park Güell es conocida como el bosque de Vallcarca. Ocupa la umbría del parque y tiene unas características próximas a un bosque mediterráneo natural. Destacan los pinares de pino piñonero con sotobosque de malezas o de brozas de la tierra baja y los pinares de pino carrasco con sotobosque de maquias o garrigas de encinar o carrascal.

Aunque el nivel de ajardinamiento es muy importante —con la consiguiente presencia de varias especies exóticas—, las condiciones de humedad que hay favorecen la presencia de especies como el espino albar y el roble, indicadoras de que este pequeño espacio estaba constituido tiempo atrás por un pequeño encinar con robles.